No creo que ninguno de los que siguen este blog se hayan dado cuenta que IRAK ha sido añadido en la lista de países por donde he pasado. Fue hace tres semanas y obviamente fue por motivos de trabajo. Aun cuando para ir hace falta que la embajada de Irak en España te emita un visado eso no significa que vallas a entrar en Irak. Lo digo porque eso fue exactamente lo que nos pasa a nosotros, cuando mostramos el visado en el aeropuerto de Bagdad nos dijeron que la carta de invitación con el que fueron hechos los visados estaba caducada y por lo tanto no pasábamos. Tras unas llamadas de nuestros agentes en Bagdad a algunos contactos del Ministerio de Trabajo, conseguimos que nos secaran de allí, tras 6 horas de espera.
Cuando salimos vemos que existe una zona de seguridad en el aeropuerto de unos 5 kilómetros, con lo que es necesario coger un taxi autorizado por la compañía de seguridad del aeropuerto para que te trasladen a donde se encuentran los vehículos de las personas que han ido a recogerte al aeropuerto.
Desde allí a Bagdad city, vas por lo que en la guerra de Irak se bautizo como la Avenida de la muerte -creo que sobra la explicación de porque se llamo así- Esta avenida en sus primeros kilómetros es un laberinto de muros prefabricados de hormigón, de tanquetas y de militares por todos sitios.
Bagdad en si no es muy diferente de una ciudad tipica arabe, por ejemplo Argel, El Cairo, Amman, etc. Casas de 3 o 4 plantas, sin rehabilitar desde su construcción, comercios varios a lo largo de los bajos de los edificios y como siempre todo sin limpiar y con herrumbre por todos los sitios.
Los días allí pasaron tranquilos y la comida genial. Lo que si me llamo la atención es la cantidad de comida que te ponen. Si pides una brocheta de pollo te traen una fuente llena de arroz cocido y encima del arroz 4 brochetas de pollo. Eso si alcohol cero. Solo si lo tomas en la habitación del hotel.
El dia que regresábamos fue el mas entretenido:
PRIMERO: por mi imprudencia. Yo cuando viajo le hago foto a todo. Claro esta que si le haces desde el coche una foto a unos militares armados hasta los dientes lo mas normal es que te paren, te saquen del coche, te quiten el teléfono y que tengas que darles hasta la información del color de los calzoncillos que llevas puestos. Después de demostrarles que no me dio tiempo ni a hacerles la foto y que éramos una delegación española de negocios en Irak, nos dejaron ir al aeropuerto.
SEGUNDO: por los siete controles de seguridad que debes de pasar hasta embarcar en el avión. El primero con perros para detectar bombas en el coche y maletas. Te hacían salir del coche y veias a los de seguridad -que os garantizo que no eran los guardias jurados que vemos en los aeropuertos- como te miraban de arriba a abajo con unos fusiles de asalto que te asustabas al verlos. Había dos señales enormes que ponían: "NO GRABEN", "NO CORRAN". Os garantizo que si alguien se hubiera puesto a correr no habría llegado ni a 20 metros sin tener un balazo en la espalda. El segundo: para cachearte y mirar hasta el ultimo detalle de tu maleta dentro de un contenedor de mercancías. Tercero: cacheo y control de pasaportes y billetes. Cuarto: para pasar al aeropuerto por los rayos X maletas y las personas por los arcos. Quinto: igual que el 4 pero para pasar a la zona de facturación. Nota: en este viaje no se admite liquido alguno, ni los 100 ml. Sexto: igual que el 4 y 5 pero para pasar el control de pasaporte y al Duty free. Y septimo: igual al 4, 5, y 6 pero para acceder a la puerta de embarque y al avión.
TERCERO: el robo en Estambul. Como tuvimos que dormir en Estambul para coger el vuelo a Madrid, hicimos turismos por Estambul hasta la noche. Volví a ver la mezquita de Santa Sofia y la mezquita Azul. A mi me gusta mas la Azul, sinceramente. También estuvimos en el Gran Bazar y en el Bazar de las especias. Cuando regresamos al hotel el taxista tenia el taximetro trucado que corria mas que el coche. A parte de este engaño, el taxista -me acorde mucho de su santa madre- me robo dos billetes de 50 de la moneda local. El truco es facil. Si le das un billete de 50, él con un juego de manos te lo cambia por uno de 5 y te dice que te has equivocado. Es facil equivocarse pues lo billetes tienen el mismos color y tamaño. Le volvi a dar 50 y me hizo el mismo truco. En ese momento me acorde que este truco o mejor dicho robo me lo hicieron en Buenos Aires enfrente de Puerto Madero. Y entonces se lío, el pidiendome los 50 y yo diciendo que sabia que me estaba robando y que queria hablar con la policia. Al final todo termino saliendo del taxi y dejando al taxista ladrón hijo puta que se fuera.
Como veis un día de lo mas divertido.
Por ultimo os adjunto foto de la tulipa de la lampara de la mesilla de mi habitación del hotel de Bagdad. Si la tulipa estaba así imaginaros como eran el resto de cosas en ese hotel de 4 estrellas.
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