domingo, 12 de octubre de 2014

Carta enviada al programa de Julia en la Onda de Ondacero

La carta que abajo reproduzco fue enviada a Julia Otero de Ondacero en respuesta a su defensa de aquellos "señores y señoras" que no permiten reclinar los asientos en los aviones.

Por estar en desacuerdo con sus comentarios procedí a enviar la siguiente carta


"Hola,

Ayer en su programa de la tarde pude oír como demonizaban y tildaban de maleducados a las personas que reclinan los asientos en los vuelos. Por ir conduciendo en ese momento no les pude enviar el correo que ahora les envío.

 Lamento estar en desacuerdo con algunos comentarios que se vertieron sobre las personas que reclinan sus asientos en los vuelos. Tonto e imbéciles los hay por todo el mundo, se lo garantizo. Sinceramente y se lo digo con conocimiento de causa, las personas que se quejan cuando se reclina un asiento suelen ser personas que viajan esporádicamente y no están habituados a este tipo de viajes. Yo por motivos de trabajo llevo viajando 30 años por todo el mundo, una media de 110 días al año, en vuelos que van desde los 45 minutos a las 13 horas, con compañía aéreas de primer nivel y con compañías aéreas que a un ateo como yo le hacen creer que debe haber un Dios.

El botón del asiento esta para eso, para que se recline el asiento. Para que se recline dos míseros centímetros que a algunos como yo nos da la vida en algunos vuelos. Durante estos años viajando, como puede imaginar he visto y sufrido de todo. Dos ejemplos:

- Vuelo de Londres a Madrid, despega el avión y cuando se encienden las luces que permiten desabrocharse los cinturones –que para el que no lo sepa es cuando se pueden reclinar los asientos y no antes- yo reclino mi asiento lentamente – que es como hay que hacerlo- y automáticamente aparece la educación del cabestro de detrás con un rodillazo en el asiento. Le pido, por favor, que deje de jugar al futbol con mi asiento a lo que me dice que si reclino el asiento es porque no tengo educación. Perdón!!!! Que yo no tengo educación porque reclino mi asiento!!!. Pero de que caverna de Platón te han sacado a ti (sic). Que él no lo reclina por no molestar al señor de atrás. El resto del pasaje empieza a ponerse en contra mía defendiendo al pateador del asiento. Le explico que estoy en mi derecho de reclinar el asiento, que se lo pregunte a la azafata y que por mi estatura no entro en el asiento y necesito esos dos miserables centímetros para ir algo más cómodo. Él también se queja de la estrechez del asiento, pero que por eso él no lo reclina. Le invito a levantarse para comprobar cuan alto era. Es señor media aproximadamente 1,65. Cuando yo me levante me puse a su lado y vieron que yo tenía unos 20 cm más de altura, se acabó la discusión. El que iba más jodido de los dos era yo. Nadie volvió a decir nada.

- Viaje Madrid- Bangkok: el señor de la fila de atrás, sentado en el centro de los tres asiento con los otros dos de los lados libres y su asiento reclinado, se encuentra trabajando con el ordenador totalmente espatarrado con una pierna para cada lado. Nuestros asientos justo al contrario que él, los laterales ocupados y el centro libre. Pues bien, cada vez que un uno de nosotros reclinábamos el asiento, manotazo al cabecero del asiento porque le molestábamos. Este lo que pasa no es que fuera maleducado, directamente es que era imbécil. Tuvo que venir el comandante de vuelo a llamarle la atención.

Nunca en los años de vuelo le he pedido a nadie que no recline su asiento. Esta es si derecho al igual que yo también lo hago. Lo que los pasajeros deben de saber, es que no se puede reclinar el asiento hasta que se estabiliza el vuelo, y que para la hora de las comida los asientos no pueden estar inclinados. Si algún maleducado no lo pone en posición vertical, se le indica a la azafata y ella es la que se encargar de invitar al viajero que poner su asiento en posición vertical. Yo lo hago de forma automática cuando veo el carro con la comida.

Ah, enhorabuena por el programa."

1 comentario:

Peri dijo...

Querido Lobo Estepario, te prodigas poco por aquí. Te animo a que des más vidilla a este ameno escaparate... Un saludo. Peri