Hace mas de 25 años que el cantante Alejandro Sanchez Pizarro, me regalo un cassette con la música de Pat Metheny cuando coincidimos en Londres.
Desde aquel día quede enganchado de este virtuoso guitarrista. Durante estos años ha pasado por España en varias ocasiones, pero no ha sido hasta el pasado 28 de mayo cunado pude asistir a un concierto de él. En esta ocasión fue en la sala sinfónica del Auditorio Nacional de Música de Madrid. Como no podía ser de otra manera, el concierto fue todo un espectáculo que encanto a todos los asistentes que abarrotaban la sala.
Fueron 2 horas 30 minutos de concierto, de los cuales 45 minutos fueron bises que les obligaron a salir en 3 ocasiones a continuar el concierto.
A parte de la genialidad de Pat Metheny, pude disfrutar mucho de otro gran músico y maestro de la batería, el mexicano Antonio Sánchez. Hay que verle tocar, para darse cuenta de la cantidad de acordes que el solo tocando la batería. Totalmente impresionado con este genio.
Seguidamente paso a reproducir la información del folleto que entregaban en la entrada del concierto.
Un guitarrista y jazzista de ley
La de Pat Metheny (Missouri, 1954) es una historia de talento y trabajo a partes iguales, y de un instinto para orillarse allí hacia donde quiere ir. Se inició en el jazz más académico junto al vibrafonista Gary Burton, luego hizo vanguardia al lado del saxófonos Ornette Coleman y finalmente se construyó su propio uni verso, donde habitan distintas sensibilidades jazzísticas. Anda desde hace tiempo manejando conceptos como conexión y unidad, de ahí el nombre de una de sus últimas bandas, la Unity, donde se coloca al frente a una de las sensaciones saxofonísticas y jazzísticas más arrebatadoras de nuestro tiempo, la que suscribe Chris Potter. En paralelo no deja de encarar toda suerte de aventuras sonoras, echando tan pronto mano de esa guitarra de 42 cuerdas llamada reveladoramente Pikasso como enfrentándose a esa experiencia tecnológica que supuso Orchestration, en la que hacía música con mil recursos electrónicos y robotizados.
De su perfil más eléctrico, manifiesto en el Pat Metheny Group junto al pianista y teclista Lyle Mays, hace tiempo que no se sabe nada, como trágica fue la disolución de ese dúo de cuerda protagonizado junto al desaparecido Charlie Haden, pero todo ello conviene recordarlo para entender la aportación de este músico monumental a la contemporaneidad de un género que en su corazón,efectivamente, bombean todos los latidos jazzísticos. Metheny comparece en este ciclo con muy buena compañía, la que lidera un baterista amigo y habitual en sus formaciones, el mexicano Antonio Sánchez, sí, el que puso sonido a la batería protagónica de la película Whiplash. Sobresale también en la reunión la contrabajista malaya Linda Oh, una poderosa intérprete a la que Joe Lovano puso hace tiempo en todas las agendas del jazz. Completa el cuarteto el pianista británico Gwilym Simcock, fundador de la banda angloamericana The lmpossible Gentlemen !Mike Walker, Adam Nussbaum, Steve Swallowl y también estrecho colaborador del guitarrista. Una noche con Pat Metheny, así se anuncia esta velada en la que la sonoridad acústica vuelve a predominar en la actual querencia jazzística del guitarrista, un contexto donde las ideas fluyen de manera más directa y frontal, sin interferencias. "Lo que pretendo es crear música conectada a todo lo que siento y he vivido, lo que fui y lo que soy. Tengo desde hace años esa-necesidad de componer música total, que refleje todos mis sentimientos, toda la verdad que pueda tener dentro como músico ... De esta manera explica Metheny su actual concepción de su música, tras décadas de intensa y elogiosa trayectoria. Y es que al final todo artista regresa al mismo sitio del que un día salió, de sus vivencias y de sus sueños.
A Metheny se le tiene como una de las autoridades guitarrísticas más influyentes de toda la historia del jazz, pero poco, o no suficientemente, se recuerda su importante y valiosa contribución al entendimiento más panorámico y transversal de esta música, abriéndole horizontes creativos que a la postre son opciones y soluciones artísticas destinadas a su propia evolución y desarrollo. Sí, Pat Metheny es un guitarrista de ley, pero también un enorme jazzista y creador. En esta noche con él lo descubriremos una vez más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario