domingo, 6 de noviembre de 2011

EL SUEÑO DEL CELTA - MARIO VARGAS LLOSA


Como ya comente en la entrada "El arte de la guerra" de Sun Tzu, estas pasadas vacaciones habían sido muy fructíferas en cuanto a lectura se refiere. Uno de esos libros fue este que paso a comentar seguidamente, "El sueño del celta" de Mario Vargas Llosa.


Anteriormente había leído otras obras de Mario Vargas Llosa como: “ La verdad de las mentiras”, “La fiesta del chivo”, “La ciudad y los perros”, “Lituma en los Andes”- regalado por Cecilia, una gran amiga peruana- “Pantaleón y las visitadoras”, etc.

Antes de la publicación del "El sueño del celta" ya seguía las charlas, comentarios, viajes, ... que Vargas Llosa hacia sobre el libro que estaba escribiendo, debido a que uno de los temas de los que iba a tratar el libro era el genocidio en el Congo Belga. Tema del que ya tenia otras referencias y que ya comente en la entrada del 13 de Abril de 2009, “RESPUESTA A CRISTIAN DE SU COMENTARIO DE LA ENTRADA DE SACHSENHAUSEN”:

… Si hablamos de genocidios, por desgracia, ha habido muchos más. Así podemos hablar de Stalin -como tu comentas-, de Leopoldo II de Bélgica que extermino a 10 millones de personas en lo que fue el Congo Belga y que ha pasado de puntillas en la historia de los mayores genocidas. Si quieres saber algo más lee “El Corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad para que te lo imagines. De este libro se sacó la idea de la subida por el río de la película Apocalipsys Now. La imagen de la llegada al campamento donde está Marlon Brando, era lo normal en el Congo Belga…
No voy a desvelar nada sobre la novela. Creo que lo mejor que puede hacer alguien que este interesado en ella es leerla.
En la contraportada del libro encontrareis estos comentarios:
La aventura que narra esta novela empieza en el Congo en 1903 y termina en una cárcel de Londres, una mañana de 1916.
Aquí se cuenta la peripecia vital de un hombre de leyenda: el irlandés Roger Casement. Héroe y villano, traidor y libertario, moral e inmoral, su figura múltiple se apaga y renace tras su muerte.
Casement fue uno de los primeros europeos en denunciar los horrores del colonialismo. De sus viajes al Congo Belga y a la Amazonía sudamericana quedaron dos informes memorables que conmocionaron a la sociedad de su tiempo. Estos dos viajes y lo que allí vio cambiarían a Casement para siempre, haciéndole emprender otra travesía, en este caso intelectual y cívica, tanto o más devastadora. La que lo llevó a enfrentarse a una Inglaterra a la que admiraba y a militar activamente en la causa del nacionalismo irlandés.
También en la intimidad, Roger Casement fue un personaje múltiple: la publicación de fragmentos de unos diarios, de veracidad dudosa, en los últimos días de su vida, airearon unas escabrosas aventuras sexuales que le valieron el desprecio de muchos compatriotas.
El sueño del celta describe una aventura existencial, en la que la oscuridad del alma humana aparece en su estado más puro y, por tanto, más enfangado.
Por otro lado, el pasado 26 de octubre  Koki –mi mujer- y yo fuimos invitados a una cena de una clínica, donde Vargas Llosa y su mujer son pacientes al igual mi mujer y yo. Tuvimos el gran honor de conversar con él durante unos momentos. Le comente que hace unos días había estado en Nigeria y Ghana, que había leído “El Corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad y que por lo tanto conocía ya de antemano algunas cosas de lo que por esos países paso en el pasado. Según lo que me comento Mario Vargas Llosa lo que mas le llamo la atención fue como son esos países africanos actualmente siguen inmersos en una desorganización tan grande. Me dijo que lo que el vio en el Congo es muy duro (sic), que ni por lo mas remoto se hubiera imaginado que en el siglo XXI habría civilizaciones que vivieran en esas condiciones. No pude mas que darle la razón. Si alguno ha leído mis entradas sobre África ya lo habrá constatado.

Ni que decir tiene que nunca olvidaremos, Koki y yo, la noche en la que cenamos y hablamos con Don Mario Vargas Llosa; y que el libro que me dedico y firmo lo tendré guardado como un tesoro. 


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